Vive el presente

Si bien miramos el futuro con esperanza, deseamos ser felices, tener una casa muy grande y bonita al lado de la playa, en una gran ciudad o perdida en la montaña, estar casada y tener hijos o ser la eterna soltera que vive sin compromiso y tiene un hombre en cada puerto, esa mujer que solo quiere relaciones que no sobrepasen las 24 horas. También queremos  tener un gran trabajo en el que ganes millones de euros, o vivir en una comuna hippie siendo feliz con muy poquito. Deseamos que nos roben un beso o dos, y que nos digan que nos querrán tanto tiempo como duren sus días. Queremos que piensen que somos especiales y que nos acaricien con ternura, que nos digan que es lo único en lo que piensan. Que nos abracen día y noche nos colmen de atención. Queremos tener un millón de llamadas perdidas suyas. Pero estamos tan obsesionadas con el futuro que no apreciamos lo que estamos viviendo, y hace falta darse cuenta de que no hay futuro sin vivir un presente